Por cortesía de Kali y de Javier Camarena voy hoy con mi
amiga Manzanita a la opera del real. Me voy con un blusón dorado que me he
comprado para la ocasión. Y con las uñas pintadas de dorado, a juego todo con
los zapatos, que son los dorados de mi (primera) boda. No sé nada de ópera,
apenas he ido cuatro o cinco veces en mi vida, y no acostumbro a escuchar opera
en casa, ni arias, ni coros, ni interludios, ni recitales de cantantes célebres.
Tengo en casa las más obvias y una un poco más rara pero es que el titulo lleva
el nombre de pila de Ms Plómez. No las escucho, no escucho música clásica, en general.
Resulta que la hija del regimiento es
una de esas operas “de lucimiento” en la que según el famoso tenor mexicano “dar
los 9 Do de pecho no es lo más difícil”. Le he dicho a Manzanita que me avise,
que a mi seguro que se me pasa este aria. Lo más complicado técnicamente,
apunta Camarena, es el aria del segundo acto "Pour me rapprocher de
Marie", "un templo bel cantista
con pasajes melódicos muy bellos pero en la que hay que tener un gran dominio
técnico en la parte media alta, y controlar los pianísimos y minuendos”. Un
gran reto, parece ser. Kali, que en más de una ocasión le ha escuchado "estudiar" con su tablet y sus altavoces y sus partituras, dice que es digno de oir, que el tio hace con su voz lo que le da la real gana y que impone respeto hasta el gorgorito más leve. Bueno, me voy a poner un cubata y voy a empezar a
maquillarme, que dice Manzanita que por respeto a este septimísimo arte hay que
ir bien chingona.
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