hace algo más de un año escribí esto:
Me comentó una médica que el sedatif que me había recomendado para calmarme le vendría muy bien a Dotta, en los examenes (yo pensé: "que cosa más rara que me lo recomiende para ingesta ocasional, yo creía que la homeopatía hacía efecto a largo plazo"), cuatro o cinco bolitas debajo de la legua antes de los examenes y ya está. A mí no me estaba haciendo ningún efecto, pero pensé intentarlo con la niña así que ayer, que tenía dos exámenes, uno oral de naturales y uno escrito de lengua le dije:
Me comentó una médica que el sedatif que me había recomendado para calmarme le vendría muy bien a Dotta, en los examenes (yo pensé: "que cosa más rara que me lo recomiende para ingesta ocasional, yo creía que la homeopatía hacía efecto a largo plazo"), cuatro o cinco bolitas debajo de la legua antes de los examenes y ya está. A mí no me estaba haciendo ningún efecto, pero pensé intentarlo con la niña así que ayer, que tenía dos exámenes, uno oral de naturales y uno escrito de lengua le dije:
"un
ratito antes del examen pones cuatro o cinco bolitas en la tapa así (es
dificilísimo averiguar cómo se sacan las bolitas, Kali lo miró cinco
minutos y no supo), te las pones debajo de la lengua y esperas a que se
disuelvan"
- anoche me contó que se había "tomado cuatro o cinco antes del exámen de mates y otras dos antes del de naturales, pero que no se había dormido ni nada"
- yo puse el grito en el cielo, le dije que cuatro o cinco, de una vez, le servían para toooooda una mañana de exámenes, ¡que no se las tomara dos veces!
- me reiteró que no se había dormido ni nada.
Como hoy tiene examen de lengua (se lo sabe fenomenal) anoche le dije, acuérdate, mañana antes del examen te pones cuatro
o cinco bajo la lengua. Para mi sorpresa me contesta: "Me tienes que dar
más, ya no me quedan". Yo empecé a ver blanco, deseé que las hubiera
repartido entre los compañeros, poder creerme su mentira de que las
había dejado ahí y cuando había vuelto no quedaba ninguna, sus repetidos
"no se, no se", al verme histérica y solo cuando ya estaba bajo amenaza
de que no volvía al cine en un año ya me suelta que "se las ha tomado todas entre
ayer y hoy" ¡¡LOS 80 GRANULOS!! yo estoy atacada y me voy a tomar algo
también porque me va a dar algo. Le monto el pollo, hago llamadas falsas
al hospital hablando de lavados de estómago pero poco a poco me voy tranquilizando porque veo que no le pasa nada.
Le
explico que podía haberse dormido y no despertar JAMÁS, le recuerdo el caso
de Asunta, le monto pollo alto, bajo, regular; le pregunto por qué lo ha
hecho, si se quiere morir, o qué, me dice que "quería calmarse" que se ponía
nerviosa y que sacaba los granulos a puñaos y los masticaba porque estaban dulcecitos... nerviosa
porque le decían las notas, nerviosa porque se las entregaban, nerviosa
por todo, me dice. La pobre... Luego me acuerdo que los niños no nacen
sabiendo, que mi niña es aprendiz de humana y que la tengo que ayudar
cuando cometa errores y al final nos metemos en mi cama y la abrazo,
cenamos y se va a la cama y hoy preparando esto me doy cuenta con alivio
de que el sedatif es una gran engañifa, que la gente se ha intentado
"suicidar" con él (en plan denuncia multitudinaria) y que no es ni
siquiera un poquito calmante.
http://yamato1.blogspot.com.es/2011/02/el-inadmisible-fracaso-del-sedatif-pc.html
http://tenacioso.wordpress.com/tag/sedatif/